La compañía Telefónica ha concluido los trabajos de restauración de la escultura conocida como «Giraldillo», que coronaba históricamente el edificio de La Giralda de Badajoz, figura que será cedida al Consistorio para que la exhiba en el Museo de la Ciudad «Luis de Morales».
El alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, ha manifestado que se ha llegado a un acuerdo para que esta figura del dios Mercurio, símbolo del edificio que desde 1930 albergaba los Almacenes La Giralda, se exhiba durante un año en el museo pacense, aunque la voluntad es que sucesivas renovaciones permitan mantenerla en estas instalaciones.
Antes de la llegada al Museo de la Ciudad, el Consistorio la exhibirá con motivo de la «Noche en Blanco» (el próximo septiembre) para que pueda ser apreciada por los pacenses, para lo cual ya se busca ubicación.
La mala situación de la escultura original obligaba a buscar un cambio de ubicación, ha dicho, aunque el histórico edificio volverá a estar coronado por el «Giraldillo», en este caso por una réplica, desde mañana.
La figura original, de barro en su interior y revestida de cobre, se encontraba gravemente alterada, con numerosas roturas y pérdidas de volumen, por lo que era «redimible» en su composición pero «irrecuperable» en estabilidad y firmeza.
El director de Telefónica en Extremadura, Guillermo Santamaría, ha manifestado por su parte que estos trabajos son ejemplo del «compromiso» de la compañía española con la ciudad.
Mientras, la representante de la empresa encargada de la restauración, Pilar Soler, ha explicado que los trabajos han sido «muy complejos» y han precisado de muchos profesionales, en algunos casos expertos en técnicas hoy casi desaparecidas.
Al estado de la figura se ha unido la escasa documentación encontrada sobre el «Giraldillo», según ha dicho Soler, aunque el resultado ha sido finalmente «espectacular».
La figura del dios romano del comercio que presidía el histórico edificio de la capital pacense ya fue restaurada por Telefónica en 1993, cuando la compañía adquirió el inmueble como sede de sus oficinas, aunque el deterioro y los daños que había sufrido en los últimos años obligaron a retirar el «Giraldillo» en julio de 2014.
La figura, que tiene 1,5 metros de altura, es «emblema» de la memoria colectiva de la ciudad, como se ha manifestado.